El secretario de Gobierno Municipal, Francisco Espin, reconoció que en la capital tolimense sí existe presencia de grupos organizados al margen de la ley, aunque aseguró que las autoridades mantienen un control permanente que ha permitido la desarticulación constante de células enviadas a la región.

De acuerdo con el funcionario, la acción conjunta entre la Policía y el Ejército ha sido clave para neutralizar estas estructuras, evitando que tengan un impacto real en la seguridad de la ciudad y su área rural.

“Sí hay presencia, pero no son efectivos gracias a la reacción inmediata de la fuerza pública, que de manera permanente realiza operaciones y controles para garantizar la tranquilidad en los territorios”, señaló Espin.

Sin embargo, pese a los resultados operativos, en los últimos meses se ha incrementado la percepción de inseguridad en la zona rural, especialmente por las reiteradas denuncias de extorsión hechas por campesinos y habitantes de corregimientos.

El Secretario de Gobierno enfatizó en que estos casos son atendidos por las autoridades competentes y pidió a la comunidad no ceder ante las presiones de estos grupos, sino acudir a los canales oficiales de denuncia, como la Línea 165 del Gaula.

Las autoridades locales reiteraron que continuarán con los patrullajes y acciones ofensivas para contener cualquier intento de expansión de estas estructuras criminales en el municipio.