Un ambiente de temor e incertidumbre se vive entre los habitantes de la vereda La María, ubicada en la parte alta de la vía al Cañón del Combeima, luego de que fueran encontrados afiches firmados por el frente Jerónimo Galeano del bloque central Isaías Pardo, estructura que se identifica como parte de las disidencias de las FARC-EP. Los carteles fueron hallados pegados en postes de luz y puntos visibles del sector, lo que ha encendido las alarmas sobre la posible presencia de actores armados en esta zona rural de Ibagué.

El concejal Jorge Bolívar, en diálogo con Ecos del Combeima, recordó que estas denuncias no son nuevas y que desde el año pasado ha venido alertando sobre la presencia de grupos al margen de la ley, quienes estarían entregando armamento a jóvenes de sectores entre la zona urbana y rural, presuntamente para involucrarlos en actividades como la extorsión, el microtráfico y otras acciones delictivas.

Bolívar aseguró que en meses anteriores también había denunciado la circulación de panfletos intimidatorios en varias veredas de la capital tolimense. Según el cabildante, en algunos casos se habría llegado incluso al punto de obligar a los habitantes a portar carnés de identificación y paz y salvo, como constancia del pago de extorsiones —conocidas como "vacunas"— para poder transitar libremente o sacar sus cultivos.

“El problema se ha hecho visible, pero las autoridades no lo han atendido con la contundencia necesaria”, manifestó el concejal, quien indicó que en su momento elevó estas alertas al entonces secretario de Gobierno, Leandro Vera, sin obtener mayor respuesta. Bolívar también denunció que líderes comunitarios y ediles de la Comuna 8 han sido objeto de amenazas y chantajes por parte de estas estructuras ilegales.

Mientras tanto, los campesinos de la zona rural de Ibagué continúan enfrentando el miedo constante a represalias, en medio de una situación que, según el cabildante, evidencia un deterioro grave de la seguridad. La comunidad exige acciones inmediatas y efectivas por parte de las autoridades para proteger a los habitantes de estas veredas, quienes hoy sienten que han quedado a merced de la criminalidad.