Condenan a 58 años de prisión a Brayan Campo por el feminicidio y la incineración de la pequeña Sofía Delgado

Uno de los crímenes más atroces registrados en el Valle del Cauca tuvo su sentencia. Brayan Snaither Campo Pillimué fue condenado a 58 años y 3 meses de prisión tras ser hallado responsable del asesinato de Sofía Delgado, una niña de 12 años, a quien atacó, mató e incineró en un intento por desaparecer el cuerpo y evitar ser descubierto. Los hechos ocurrieron el 29 de septiembre de 2024 en el municipio de Candelaria.
De acuerdo con la investigación de la Fiscalía General de la Nación, la menor había salido de la casa de sus abuelos para recoger un champú con el que planeaba bañar a su mascota. En su trayecto pasó frente a una tienda de productos para animales, propiedad del agresor, quien la llamó e hizo que ingresara al establecimiento con engaños.
Una vez adentro, Campo Pillimué bajó la reja del local, golpeó a la niña en la cabeza y la dejó sin signos vitales. Horas después, envolvió el cuerpo en costales, lo trasladó en una motocicleta hasta una zona de cañaduzales ubicada entre Candelaria y Florida, y allí le prendió fuego al cadáver. El cuerpo fue encontrado al día siguiente por peritos forenses gracias al trabajo coordinado entre investigadores y autoridades judiciales.

Durante el desarrollo del caso, también se conoció que, momentos antes del asesinato, el agresor había intentado secuestrar a otra menor de 12 años, quien logró escapar. Estos hechos permitieron establecer un patrón de conducta predatoria por parte del condenado, lo que agravó los cargos en su contra.
Campo Pillimué aceptó los cargos y fue sentenciado por los delitos de feminicidio agravado, secuestro simple agravado, secuestro simple tentado agravado, y ocultamiento, alteración y destrucción de material probatorio. Además de la pena privativa de la libertad, deberá pagar una multa equivalente a 39.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
La condena será cumplida en la Cárcel de Máxima y Mediana Seguridad de Valledupar. La sentencia representa un mensaje contundente de la justicia frente a crímenes de extrema gravedad, especialmente cuando las víctimas son menores de edad.