La gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, aprovechó la apertura de la IV Cumbre Nacional de Mujeres Diputadas para lanzar un fuerte mensaje en defensa del liderazgo femenino y en contra de las narrativas machistas que aún persisten en la política regional.

Aunque no hizo referencia directa al exalcalde Andrés Hurtado, su intervención ha sido interpretada como una respuesta simbólica a las declaraciones recientes del exmandatario, quien citó un versículo bíblico para criticar, sin nombrarla, a la actual alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda.

La mandataria fue enfática en rechazar la idea de que las mujeres en el poder ocupan un rol accesorio o meramente simbólico.

“Hoy somos parte irreemplazable de la esencia del servicio público. Esta no es una simple suma de mujeres, es la muestra palpable de que las mujeres no somos ni un accidente, ni una decoración pública, ni somos tampoco convidadas de piedra en el armazón de la administración pública”, afirmó.

Pero la frase que más llamó la atención fue una que, en el contexto actual, pareció tener un claro destinatario político.

“Atrás quedaron los días de la mujer adorno”, dijo.

Durante su intervención, Matiz también compartió preocupantes cifras de representación política femenina en Colombia. 
Solo 146 de los 1.102 municipios del país tienen alcaldesas, lo que equivale al 13%. En las asambleas departamentales, el 79,67% de los escaños están en manos de hombres, y apenas un 2,15% de las diputadas son indígenas.