El abandono que consume la Casa de la Cultura de Purificación, Tolima

La Casa de la Cultura de Purificación 'Adolfo el Pote Lara' permanece en un estado lamentable.
Cerrada al público, con techos con filtraciones, paredes desgastadas y espacios interiores visiblemente deteriorados, el inmueble refleja el paso del tiempo y la falta de intervención por parte de la Alcaldía de Purificación.
Ubicada en pleno casco urbano, la edificación no presenta señales visibles de recuperación o mantenimiento, pese a su papel potencial como centro cultural para el municipio.
Ecos del Combeima visitó el lugar y constató su actual estado de abandono.

"Ya han pasado varios años y la administración municipal, al igual que los diferentes alcaldes no han tenido en cuenta esta importante obra", relató Martín Rodríguez, habitante y líder del municipio.
Rodríguez, quien lamentó el estado de la estructura, incluso señaló que hace un tiempo al interior de la misma se presentó, presuntamente, un accidente con un joven que buscaba refugiarse de la lluvia y resultó herido.

La situación de la Casa de la Cultura fue documentada por la Contraloría Departamental del Tolima, que en noviembre de 2024 señaló en un informe de auditoría que el inmueble se encontraba en malas condiciones.
El órgano de control explicó que la Alcaldía contaba con recursos potenciales como la Estampilla Procultura y el Sistema General de Regalías, que pudieron haberse destinado a su recuperación. En ese contexto, calificó lo ocurrido como una desatención administrativa.
Aunque en una visita al municipio Ecos del Combeima no pudo contactar con el alcalde Juan Carlos Bessolo, se pudo establecer por medio del informe de auditoría que la Alcaldía de Purificación contempla, por lo menos en el papel, la recuperación de la Casa de la Cultura.

O por lo menos, el plan de desarrollo establece la elaboración de estudios y diseños técnicos para intervenir el inmueble.
Para ello, la administración asignó más de $35 millones, mediante certificado de disponibilidad presupuestal, con el fin de contratar una consultoría en mínima cuantía que permita conocer el estado estructural y orientar una eventual intervención.
Sin embargo, durante el recorrido de Ecos del Combeima por el municipio, fue evidente que la ciudadanía no tiene conocimiento de estas acciones o, en su defecto, no confía en que realmente se materialicen.
Mientras tanto, el inmueble continúa cerrado, deteriorándose y sin cumplir ninguna función cultural.