El secretario de Educación del Tolima, Andrés Bedoya, anunció que dos docentes que habían sido trasladados de la Institución Educativa Fe y Alegría, en el municipio de Lérida, permanecerán en esa sede luego de una revisión técnica que evidenció limitaciones de espacio en las aulas. Inicialmente, el traslado obedecía a una disminución en la matrícula, pero se reconsideró la medida tras la solicitud de la rectora.

Según explicó el funcionario, la rectora argumentó que las aulas no tenían la capacidad suficiente para albergar a todos los estudiantes, lo que obligó a crear grupos adicionales en los grados sexto, séptimo y noveno. Esto modificó la distribución docente, justificando la permanencia de los dos educadores. “La rectora ha acreditado que debe tener grupos más pequeños”, explicó Bedoya, quien ya notificó la decisión tanto a la directiva como al contralor estudiantil de la institución.

Bedoya también señaló que está en marcha el proceso para vincular un nuevo docente de química para los grados 11 y reiteró que la prioridad de la Secretaría es asegurar el derecho fundamental a la educación, incluso si hay obstáculos normativos. Pese a que el Decreto 3020 del Gobierno Nacional prohíbe asignar docentes en sedes con menos de cinco estudiantes, la Gobernación del Tolima tomó la decisión política de garantizar el servicio educativo en las zonas rurales, sin importar el número de alumnos. “Vamos a tener docente, siempre en las sedes rurales, indistintamente, cual sea el número de estudiantes”, afirmó.

En cuanto al municipio de Líbano, Bedoya reconoció que hay una reducción considerable en la matrícula, lo que afecta la relación docente-estudiante y ha generado excedentes en la planta. Como respuesta a una solicitud del presidente del sindicato SIMATOL, se revisaron casos puntuales. Uno de ellos fue la institución educativa San Fernando, donde dos docentes habían sido reubicados por no tener carga académica suficiente. Sin embargo, para no romper el arraigo local, ambos regresarán a su sede original.

El regreso de estos docentes dependerá de un compromiso conjunto con la rectoría para aumentar la cobertura educativa. “Tenemos que crecer en matrícula en el municipio de Líbano”, señaló Bedoya, quien confía en que rectores y rectoras trabajen de la mano con la Secretaría para lograr ese objetivo y garantizar que los docentes cuenten con carga académica adecuada y los estudiantes reciban educación en condiciones de calidad.