Avanzan las investigaciones por el atentado que casi le cuesta la vida al precandidato presidencial y senador Miguel Uribe Turbay, durante un evento político el pasado 7 de junio en Fontibón, Bogotá. Una de las principales líneas que sigue la Fiscalía tiene que ver con el arma utilizada: una pistola Glock calibre 9 mm que, según análisis balísticos, fue disparada por un menor de 15 años.

La Policía Nacional confirmó que el arma fue comprada el 6 de agosto de 2020 en Mesa, Arizona (EE. UU.). Así lo explicó el general Carlos Fernando Triana, comandante de la institución:“sabemos su procedencia, pero no tenemos aún claridad sobre la ruta de tráfico que la trajo al país. Esa es una de las líneas de investigación más importantes que estamos desarrollando desde el momento del atentado”.

Según información revelada por El Tiempo, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos verificó que el comprador del arma fue un hombre identificado como Charles Joe Anderson, quien la habría obtenido en el almacén ‘Aji Port’. Aunque la venta fue legal, la Glock no aparece registrada en el sistema colombiano, lo que indica que habría ingresado de manera irregular.

En entrevista con el Daily Mail, Jeff Serdy, dueño del establecimiento donde se recogió el arma, aclaró que su tienda solo intermedió en la transferencia desde un distribuidor autorizado y que la venta se hizo cumpliendo con todas las leyes estatales y federales de EE. UU.

Mientras las autoridades colombianas buscan determinar si el arma ha sido usada en otros crímenes, la fiscal general Luz Adriana Camargo advirtió que el caso se investiga como parte de un posible entramado criminal: 
“El objetivo es establecer si hay una red detrás de este atentado y si el menor fue contactado como sicario por un grupo estructurado”.

En paralelo, la Fiscalía dispuso medidas especiales de protección para el adolescente y algunos de sus familiares, entre ellos su abuela materna, una hermana y varios tíos, con quienes residía en el sur de Bogotá.