El hallazgo reciente de panfletos presuntamente firmados por el frente Jerónimo Galeano del bloque central Isaías Pardo , estructura que se identifica como parte de las disidencias de las FARC-EP, ha encendido las alarmas en la vereda La María, zona rural de Ibagué ubicada en la parte alta de la vía al Cañón del Combeima.

Los afiches fueron encontrados pegados en postes de luz y otros puntos visibles del sector, generando temor e incertidumbre entre los habitantes por la posible presencia de actores armados en el territorio. Este hecho ya había sido advertido por la comunidad, que teme un deterioro de la seguridad rural.

Ante esta situación, el concejal Jorge Bolívar se pronunció con contundencia, lanzando fuertes cuestionamientos tanto a la Alcaldía como a las autoridades de Policía. “Aquí también hay que llamar al responsable. Siempre hay una cabeza, y en este caso es la alcaldesa, que espero tome las riendas. No tengo nada personal contra ella, me parece una buena mujer, pero sí se necesita dirección”, expresó.

El cabildante también criticó al coronel Diego Edixon Mora, comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, al considerar que hay uniformados que no están cumpliendo con su deber. “Así como hay policías muy buenos, seguimos viendo videos de otros que solo están chateando en el celular. No están prestando el servicio como se requiere”, afirmó.

Bolívar denunció además la insuficiencia del pie de fuerza en sectores densamente poblados. “Seguimos manejando comunas con uno o dos cuadrantes, con más de 15.000 o 20.000 habitantes. Al segundo o tercer llamado, no hay quién llegue porque no alcanzan”, señaló, al tiempo que calificó como fallida la actual estrategia de seguridad.

También puso en tela de juicio el papel de la Secretaría de Gobierno: “Ha fallado. Tanto así que la misma alcaldesa ha tenido que sacar funcionarios de esa dependencia y de otras por no estar cumpliendo con su trabajo, y ella misma lo ha dicho al hacer esos cambios”.

Finalmente, Bolívar aseguró que su postura no responde a una intención de hacer oposición por hacerla, sino a un llamado urgente para que la administración municipal actúe frente a un problema creciente. “En Ibagué se han incrementado más del 15% los casos de sicariato, un 70% la extorsión, y también las lesiones personales, porque la gente anda armada. No se está haciendo nada que realmente transforme esta situación”, concluyó.