Jorge Cabrera rompe el silencio tras intervención de la USI de Ibagué
En medio de las reacciones por la intervención de la Superintendencia Nacional de Salud a la Unidad de Salud de Ibagué (USI), el exgerente Jorge Cabrera salió a defender su administración y a negar que la entidad estuviera en crisis financiera antes del proceso ordenado este martes.
Cabrera explicó que los análisis financieros deben hacerse “comparándolos mes a mes al año anterior” y aseguró que los balances muestran un comportamiento positivo a septiembre de 2025 frente a 2024.
Según dijo, durante años la USI registró pérdidas cercanas a “1.800, 1.900 millones de pesos”, pero en el último corte financiero evidenció “una ganancia de 2.300 millones de pesos”, producto del ejercicio operacional.
Para el exgerente, este resultado se explica por la apertura de nuevos contratos y la renegociación de otros.
Precisó que durante su gerencia se ampliaron servicios para la Policía Nacional y se avanzó en una contratación con el Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio, FOMAG, lo que fortaleció la venta de servicios.
Además, aseguró que dejó preacuerdos con EPS como Sanitas, Nueva EPS y Salud Total en condiciones más favorables.
Así las cosas, el exgerente rechazó los señalamientos sobre presunto mal manejo presupuestal y aseguró que las auditorías oficiales demostraron lo contrario.
Además, frente a la crítica sobre el alto porcentaje del presupuesto destinado a nómina, insistió en que es propio del modelo de atención primaria.
“¿Cómo quieren que se ejecute el presupuesto (…) si en lo que más se debe utilizar es el gasto del personal?”, afirmó, explicando que los equipos básicos de salud requieren contratación de médicos, enfermeras, odontólogos y psicólogos.
Cabrera también se refirió directamente a la decisión de la Supersalud y sostuvo que la medida fue precipitada. Señaló que, en su opinión, “se apresuró la Superintendencia Nacional de Salud en llevar a cabo esta intervención” y criticó el momento en que se tomó, pues, según dijo, “raya con la no ética llevarlo a cabo en época de ley de garantías, y faltando tres meses para las elecciones”.
