Desde el pasado 21 de febrero, la comunidad del barrio San Antonio, en Ibagué, viene esperando una respuesta efectiva por parte de las autoridades tras una emergencia ocasionada por el desbordamiento del río Chipalo, que generó graves daños en una vivienda ubicada en la carrera 21 número 56A–20.

Según relató una ciudadana del sector, la emergencia se presentó hacia las 5 de la mañana, cuando la creciente del río arrasó con toda la parte trasera de la vivienda del señor Víctor Manuel Lache. “El agua se llevó el patio y lo que había atrás. La pared no se ha caído solo porque la puerta la sostiene”, explicó la denunciante.

Si bien al lugar acudieron funcionarios de la Dirección de Gestión del Riesgo de Desastres y de Cortolima, quienes anunciaron la elaboración de un informe y la visita de otros técnicos para evaluar los daños, hasta el momento, tres meses después, no ha habido un pronunciamiento oficial ni acciones concretas.

La comunidad insiste en que la situación representa un riesgo inminente para los habitantes del sector y que se requiere atención urgente antes de que se presenten nuevas emergencias. “Estamos a la espera y sin respuestas”, concluyó la ciudadana, quien hizo un llamado a los organismos competentes para que retomen el caso con celeridad.