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“Hay una decisión tomada del Gobierno de quedar políticamente bien, pero dejando la economía del país muy mal”: Camilo Sánchez

El presidente del Consejo Gremial, junto al director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, y el director de Fenalco Tolima, Daniel Orjuela, expusieron las consecuencias económicas que podría generar para el país el aumento del 16% en el salario mínimo propuesto por las centrales obreras.
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Ecos del Combeima
11 Dic 2025 - 12:20 COT por Ecos del Combeima

En diálogo con Econoticias, el presidente del Consejo Gremial Nacional, Camilo Sánchez; el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía; y el director de Fenalco Tolima, Daniel Orjuela, analizaron el avance de la negociación del salario mínimo para 2026, un proceso que avanza en medio de posturas completamente opuestas.

Mientras las centrales obreras plantean un incremento del 16%, que llevaría el salario a $1.650.680 más $232.000 de auxilio de transporte, los empresarios proponen un alza del 7,21%, equivalente a $1.525.598 más $214.420 por transporte. En este escenario, la discusión se centra en definir un porcentaje que proteja el poder adquisitivo sin poner en riesgo la sostenibilidad empresarial ni el empleo.

“No es viable”: advertencia de Fedesarrollo ante un aumento del 16%

El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, fue enfático en afirmar que un incremento de esa magnitud no tendría sostenibilidad macroeconómica, “no es viable, recordemos que en el 2024 el Gobierno aumentó en 11% el salario mínimo incluyendo el subsidio de transporte, eso ha generado dos fenómenos este año”, señaló.

Mejía explicó que el primer efecto ha sido la presión inflacionaria, “recordemos que Colombia tiene una meta de inflación del 3%, el último dato de la inflación que tenemos es del 5,2% y hemos tenido prácticamente cinco meses consecutivos de tasas de inflación por encima del 5%”, indicó, advirtiendo que, este comportamiento responde a la transferencia de costos por parte de microempresarios que no pueden absorber incrementos laborales tan altos.

El segundo fenómeno está relacionado con la calidad del empleo, “la mayoría del empleo generado ha sido informal, cerca del 60%, y por otro lado, lo que ha aumentado es el empleo asalariado de medio tiempo que ha crecido más del 20%”, explicó. A su vez, los trabajadores que ganan un salario mínimo o más “han caído al 4,6% en lo corrido del año”.

El Consejo Gremial: “El Gobierno quiere quedar políticamente bien”

El presidente del Consejo Gremial Nacional, Camilo Sánchez, cuestionó fuertemente la postura del Ejecutivo frente al salario mínimo, “aquí hay una decisión tomada por parte del Gobierno de tratar de quedar políticamente bien, pero dejando la economía del país muy mal en el incremento salarial”.

Sánchez insistió en que la informalidad, que supera el 56%, sería la más afectada, “lo más importante es que sepamos que el Gobierno ya tiene como meta incrementar el salario en el 11% y que todo lo demás es una pantomima, lo que es claro es que están perjudicando a la gente común y corriente que cada vez va a tener menos oportunidades de trabajo formal”.

Además, recordó que, desde el punto de vista técnico, la fórmula debería basarse en inflación más dos puntos, “lo que está claro es que el Gobierno tiene las cartas marcadas, esto va a ser por decreto, no habrá consenso porque estamos muy lejos de llegar a un punto de encuentro”.

Preocupación desde Fenalco Tolima: impacto directo en microempresas

Para Daniel Orjuela, director de Fenalco Tolima, el incremento planteado por las centrales obreras generaría un golpe severo al tejido empresarial regional, “preocupados, la microempresa que logra contratar una persona, los gastos fijos de esa empresa van a ser fuertemente golpeados”.

Orjuela advirtió que un aumento del 16% afectaría también el costo de vida y sectores clave como el de la construcción, “la gran mayoría de los proyectos que tenemos en el Tolima se están vendiendo sobre salarios mínimos, inmediatamente se suba el salario en un 16%, asimismo el sector de la construcción va a aumentar los precios de las viviendas”.

La cifra técnica: entre 6,5% y 7%

Fedesarrollo estima que el incremento razonable debe estar entre el 6,5% y el 7%; Mejía sustentó esta proyección con dos variables, la inflación esperada de cierre de año, cercana al 5,3%, y la productividad laboral, “si se hace la suma, estamos hablando de una cifra del 6,2%”, señaló.

Los empresarios llevaron una propuesta del 7,1%, que coincide con el análisis técnico del centro de estudios, “esa es una cifra técnicamente razonable, que balancearía los dos elementos claves de la discusión”, afirmó.

Reforma laboral, menos horas y más empleo parcial

Mejía también advirtió que un aumento desproporcionado se sumaría a los efectos de la reforma laboral y la reducción de la jornada semanal, “esto implica un comercio pequeño que tiene que pagar más horas extras, más recargos dominicales y festivos”.

En 2024, el DANE reportó un incremento del 25% en trabajadores formales que devengan menos de un salario mínimo por trabajar medio tiempo, “lo que están haciendo las empresas, es demandar empleo de tiempo parcial para disminuir la carga”, añadió.

De mantenerse esta tendencia, dijo, el país podría enfrentar un nuevo incremento de la informalidad, mayores presiones inflacionarias y un Banco de la República obligado a frenar la reducción de tasas de interés o incluso subirlas, encareciendo el crédito para hogares y empresas.