Los 6 efectos que tendrá Bre-B en la economía colombiana

Desde finales de 2023 el Banco de la República viene trabajando formalmente para implementar Bre-B, el nuevo sistema que busca masificar los pagos digitales en Colombia, reducir el uso del efectivo y garantizar que cualquier persona pueda mover dinero entre entidades de manera rápida, segura, inmediata y barata. Una apuesta que se implementa desde octubre y espera su consolidación en lo que resta del 2025.
“Más allá de la modernización tecnológica, la evolución regulatoria y la implementación de sistemas de pagos inmediatos están generando 6 impactos concretos en América Latina:
Inclusión financiera, Reducción del uso de efectivo, Aumento en la transaccionalidad y actividad económica, Impacto en eficiencia operativa y costos del sistema, Mejora en la trazabilidad y transparencia del sistema financiero y Aceleración de la digitalización financiera”, destacó Camilo Arango, líder de expansión de Minka, la Fintech colombiana que desarrolla e integra rieles de pagos en tiempo real en todo el mundo.
Desde Brasil con PIX hasta Estados Unidos con FedNow, los sistemas de pago están entrando en una nueva etapa, más ágiles, más conectados y con mayor supervisión por parte de los reguladores.
Según el estudio Global Findex del Banco Mundial, el 42 % de los adultos en América Latina no tienen todavía acceso a servicios financieros formales. Sin embargo, los países que han implementado los pagos interoperables en tiempo real están logrando avances acelerados.
Así se comporta la región
En América Latina, el 58 % de las transacciones en puntos de venta aún se realizan en efectivo, según el Banco Interamericano de Desarrollo. Sin embargo, los países que adoptan sistemas de pago inmediato muestran una caída sostenida en el uso del efectivo.
En Brasil, este indicador cayó del 43 % al 29 % impulsado por la masificación de PIX.
En Colombia, Transfiya de ACH Colombia, generó un incremento del 55 % en la frecuencia de uso entre usuarios activos en comparación con modelos de transferencias tradicionales.
En México, el volumen operado por CoDi, la plataforma de pagos inmediatos del Banco de México, aún es moderado, pero ha reducido el uso de efectivo en comercios donde se ha implementado; y
En Perú, tras su mandato de interoperabilidad, reportó un crecimiento del 245 % en transacciones digitales interoperables entre billeteras en 2024, lo cual se traduce en una caída del uso de efectivo, especialmente en poblaciones no bancarizadas. ¿Y para las empresas?
Según McKinsey & Company, los pagos en tiempo real reducen el costo operativo de las instituciones financieras hasta en el 40 %, al eliminar procesos manuales de conciliación, batch processing y control de errores.
En países donde se han implementado pagos inmediatos interoperables, la reducción de los tiempos de cobro de facturas está entre 50 % y 80 %, las empresas mejoran su flujo de caja y acceso a capital de trabajo de forma natural, y los gobiernos ahorran costos en subsidios y transferencias sociales, mejorando trazabilidad y reduciendo filtraciones.
Un estudio del Banco Central Europeo estimó que la digitalización de pagos genera eficiencias de hasta 0.7 % del PIB anual en costos operativos y pérdidas por fraude o errores.
“Este fenómeno no es aislado ni exclusivo de un país. Se trata de una tendencia regional sostenida, en la que las regulaciones evolucionan, los marcos técnicos se estandarizan, y la interoperabilidad se vuelve una condición básica para operar”,comentó Camilo Arango.
Más que una actualización tecnológica, esta transformación está revolucionando la manera en que las personas y las empresas se conectan con el dinero, marcando un nuevo capítulo para Colombia y América Latina.