Ibagué y el Tolima lamenta profundamente el fallecimiento de Manuel José Álvarez Didyme-Dôme, reconocido abogado, docente universitario, columnista y artista, cuya vida estuvo dedicada al fortalecimiento del pensamiento crítico, la cultura y la educación en la región.

Álvarez Didyme-Dôme se consolidó como un académico ejemplar. Durante décadas fue docente de la Universidad de Ibagué, institución en la que llegó a ocupar la Decanatura de la Facultad de Derecho.

Su formación profesional inició en la Universidad Externado de Colombia, donde obtuvo su título de abogado, y continuó con varias especializaciones en el campo jurídico.

Además, fue cofundador del Colegio San Bonifacio de las Lanzas, dejando huella en la educación privada de la ciudad.

Su compromiso con lo público también fue notable: ejerció como secretario de Hacienda del Tolima y formó parte de la junta directiva del Comité de Cafeteros del Tolima, así como de la Asociación para el Desarrollo del Tolima (ADT), desde donde impulsó iniciativas de crecimiento institucional y ciudadano.

Columnista y voz crítica del Tolima

Por varios años, Manuel José Álvarez fue columnista del desaparecido diario El Nuevo Día, espacio en el que se destacó por su aguda mirada crítica sobre la realidad local y regional. Sus escritos defendían la democracia, la ética pública y el fortalecimiento de la ciudadanía.

Leonidas López Herrán, gerente de El Nuevo Día, lamentó su partida con un mensaje de profundo aprecio: “El Nuevo Día registra con tristeza el fallecimiento de uno de sus columnistas que desde su nacimiento estuvo presente en todos los momentos de la vida del periódico.”

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Un apasionado del arte y la cultura

Además de su trayectoria jurídica y académica, Álvarez Didyme-Dôme cultivó una intensa pasión por el arte.

Estudió Pintura en la Universidad del Tolima e Historia del Arte en la Universidad de Salamanca (España). Su producción artística fue exhibida en distintos escenarios del país y del exterior, destacándose exposiciones como “Del realismo al neosurrealismo”.

También impartió talleres y conferencias sobre arte, y en sus clases de Historia del Arte en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Ibagué se distinguió por su capacidad pedagógica y su estilo ameno.

Era, además, un entusiasta melómano y coleccionista, siempre inmerso en los universos culturales que enriquecieron su obra.

Su vida estuvo marcada por una profunda vocación intelectual y humanista. Amigos y colegas lo recuerdan como un pensador crítico, meticuloso y sensible frente al devenir de la ciudad y del departamento.

Su legado permanece en quienes compartieron con él el aula, los círculos culturales y los espacios de discusión pública.