Una denuncia ciudadana ha encendido las alarmas en el sector norte de la capital tolimense. Habitantes de los barrios Santa Ana y Topacio alertan sobre una peligrosa fuga de agua en el puente que conecta estas dos zonas, situación que se ha prolongado durante varios meses sin respuesta efectiva por parte de las autoridades.

La fuga, que emana de manera constante sobre la vía, no solo genera malos olores que afectan la convivencia del sector, sino que también representa un grave peligro para los transeúntes.

Según testimonios de los residentes, quienes deben desplazarse por este paso, se ven obligados a invadir la calzada vehicular para evitar empaparse, exponiéndose así al paso de vehículos sin contar con un andén o corredor peatonal adecuado.

Este tramo del puente no cuenta con infraestructura peatonal que garantice la seguridad de los ciudadanos, lo que convierte cada paso por la zona en un acto de riesgo.

Los habitantes piden al IBAL, y a la Secretaría de Infraestructura de la ciudad que atiendan con urgencia la fuga y evalúen obras para proteger a los peatones.