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Por mil, 2 mil o 3 mil pesos se consiguen 'milagros' en Ibagué

Se trata de una práctica a la que acuden muchos fieles que le piden a su santo de devoción para que interceda por una ‘ayuda divina’ en medio de una necesidad.
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Ecos del Combeima
23 Jul 2018 - 20:36 COT por Ecos del Combeima

 

Dicen que ‘la fe mueve montañas’ y al momento de acudir a las creencias, los seres humanos adoptamos muchas estrategias y nos aferramos a cualquier señal o símbolo que nos motive a luchar por lograr un objetivo o para conseguir un beneficio que nos signifique bienestar o nos reporte la solución a alguna dolencia o necesidad.

Una muestra clara de ello, es el de un fetiche que abunda en las tiendas de artículos religiosos o en las ventas que se instalan en fechas religiosas especiales religiosas como las que encontramos en la fecha de la Virgen del Carmen el día 16 de julio, se trata de ‘los milagros’, que no son más que una figura que es elaborada en cera, por lo general amarilla y que representa según sea el caso, una persona de sexo masculino o femenino, una extremidad como una pierna o un brazo, una casa, un carro o hasta una mascota.

 

 

Los milagros se compran por un precio que oscila entre los mil y los 3 mil pesos y paso seguido, el peticionario lo lleva para depositarlos a los pies de otra imagen superior que es una de las estatuas que abundan en la iglesias y representan la imágenes de cristo, de la virgen María o de cualquiera de los santos que se veneran, con mucha fe, se reza una oración o se inicia la novena y se deja la imagen de cera para esperar se cumpla el tan anhelado milagrito.

“Yo en la fiesta de la Virgen del Carmen  vengo a vender veladoras, cirios y escapularios pero lo que más me piden son los famosos ‘milagros’ para la salud que por ejemplo son un cuerpo de mujer o de hombre, una pierna, un brazo, una cabeza, los ojos, una casa, un carro, el  perrito, un marrano, una gallina y la gente va con mucha devoción y se lo pone a los pies de la virgen para esperar el milagrito”, dijo don Jaime González, vendedor de las carpas en la iglesia del Carmen.

Dijo que la gente les tiene mucha fe a estos muñecos elaborados en parafina y creen mucho en los artículos religiosos, en una feria afirma Jaime, se pueden llegar a vender entre 400 a 500 milagros lo cual para él y quienes le ayudan en su labor, se convierte en un verdadero milagro económico por estas épocas difíciles de ventas.

“Yo creo mucho en la Virgen del Carmen y también le pido con mucha fe, antes de venirme a trabajar, primero que me proteja de todo mal y peligro y segundo, que me vaya bien en el negocio y que les vaya bien a todos los que me compren sus milagros, esa es la forma de que se nos hagan los milagros que tanto pedimos”, concluyó.

 

“Falta de formación en la fe”: Monseñor, Miguel Fernando González

Consultamos al Obispo Auxiliar de Ibagué, quien fue enfático en afirmar que estas prácticas no son un soporte para la fe católica y que estas imágenes en principio fueron utilizadas por fieles que a través de adquirirlas, las llevaban como ofrenda para manifestar su gratitud o reconocimiento por un milagro o un favor celestial pero que con el paso del tiempo lo fueron convirtiendo en un fetiche a los que les han adjudicado propiedades que no son para venerar.

“Hay ciertas cosas que hay que corregir en la fe popular o en las devociones católicas que son grandes errores que cometemos y que vemos en celebraciones religiosas populares donde se venden los llamados ‘milagros’ con figuras que tras haber sido una expresión de agradecimiento a Dios o a sus intercesores, se están utilizando como fetiches para esperar un milagro y eso grave, es como querer comprar un favor de Dios con dinero, eso hay que corregirlo”, dijo monseñor González.

Agregó que lo que en verdad sana, es la condición espiritual y de ahí viene la sanación física, si no hay salud espiritual, no va a haber salud física porque según los evangelios, Cristo primero perdonaba los pecados y luego sanaba de sus dolencias a las personas, porque no siempre que tenemos salud física podemos decir que todo está bien si no tenemos paz espiritual.

“Yo veo con preocupación cómo hay actitudes de gente que manosean los pies de una estatua o el borde del vestido de estas y a eso le ponen la fe pero ni siquiera se acercan a donde está Jesús hecho eucaristía en el santísimo, esto es una forma de idolatría y una deformación de la fe, lo que nos salva, no es una estatua sino Dios que la representa”, agregó.

Dijo que en muchas ocasiones mientras se celebra la misa, hay personas que  llegan a sobar una imagen pero ni siquiera se acercan a orarle a Dios y que la confianza en él no es solo para pedirle cosas sino para recibir lo que se nos quiera dar a través de la fe que se imprime en los actos dirigidos a Dios.