Hoy, 28 de diciembre, en Colombia y otros países de tradición hispana se conmemora el Día de los Santos Inocentes, una fecha que tiene un origen solemne pero que con el tiempo se transformó en una jornada de humor y picardía.

La raíz está en el relato bíblico del Evangelio de Mateo, donde se recuerda la matanza de niños ordenada por el rey Herodes en Belén, al temer la profecía sobre el nacimiento de Jesús. La Iglesia Católica lo conmemora como un día de homenaje a esos pequeños mártires.

Sin embargo, la cultura popular le dio un giro inesperado: en países como Colombia, España y México, el 28 de diciembre se convirtió en el día de las “inocentadas”, pequeñas bromas y engaños simpáticos que terminan con la frase: “¡Caíste por inocente!”.

En Colombia es común que los medios publiquen titulares ficticios, que los amigos hagan chistes o que se juegue con pequeñas trampas cotidianas. Lo curioso es que, aunque el trasfondo es religioso y trágico, la fecha se vive como una oportunidad para reírse de uno mismo y de los demás, siempre con buen humor.

Así, lo que comenzó como una conmemoración solemne terminó convertido en una de las tradiciones más divertidas del calendario: un día en el que nadie está a salvo de caer en una inocentada.