Con la nueva ley que regula el régimen de impuestos a las bebidas alcohólicas en Colombia el Gobierno espera aumentar los ingresos de los departamentos en $250.000 millones.

La nueva ley establece puntualmente que los licores destilados paguen un impuesto de $220 por cada grado de alcohol, además de un impuesto ad valorem del 25%.

Así mismo, que las bebidas alcohólicas fermentadas como los vinos paguen $150 por grado y su gravamen quedo definido en el 20%.

Igualmente, se estableció un IVA del 5% a todos los licores en general.

“Podríamos hablar que se va a ver un encarecimiento de los productos, al ser más caros el consumidor puede cambiar de bebida y la competencia podría ser desigual. Acá lo importante es que se haga un control importante al contrabando y la adulteración”, sostuvo Jesús Alberto Carvajal, gerente de la Fábrica de Licores del Tolima.  

Que pueda pasar: 

Incertidumbre financiera para las fábricas de licores. 

Que suba el precio del Aguardiente en Colombia en los próximos años. 

En manos de la Asamblea de cada Departamento queda la posibilidad de abrir mercado para que los privados monten licoreras y produzcan aguardiente.