Mejoran las ventas del Comercio, pero preocupa la inestabilidad fiscal

El segundo semestre del año dispuso de manera aceptable para los comerciantes.
En efecto, para el 38 % de los empresarios consultados por la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco en su tradicional encuesta mensual, las ventas expresadas en volúmenes aumentaron frente a las obtenidas en julio del año anterior, para el 39 % fueron muy similares y un 23 % reportó disminución.
El balance de respuestas, esto es, la diferencia entre las opiniones “buenas” y las opiniones “malas” fue de 15.
El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal Sanclmente, dijo que "En este año estamos viendo una recuperación de la actividad comercial y en varias categorías se observan crecimientos de dos dígitos. Un elemento a destacar es que las ventas en los establecimientos físicos registran aumentos mucho más pronunciados que las ventas virtuales"
Destacò Cabal como los consumidores colombianos continúan valorando y prefiriendo comprar directamente en los locales. Inclusive un reporte de la Cámara de Comercio Electrónico señala que a mayo las ventas reales vía e commerce crecen 4.3 % mientras que las ventas del comercio detallado moderno en igual periodo aumentaron 11 %.
Inestabilidad fiscal
La encuesta de Fenalco preguntó a los afiliados sobre la situación fiscal del país.
Las respuestas en su mayoría expresan preocupación porque ya comienzan a sentir los efectos negativos del Decreto 572 en la caja y en el capital de trabajo de las empresas afectadas.
La norma exige desembolsar anticipadamente las obligaciones que corresponden al año 2026, para satisfacer las ansias de gasto público.
El gobierno ha convertido la figura de la retención en la fuente en un instrumento exótico para solucionar su déficit fiscal.
La norma en cuestión no solo desconoce la realidad financiera de las empresas, sino que además convierte al sector productivo en financiador forzoso del Estado sin recibir nada a cambio.
Duplica la presión sobre el flujo de caja empresarial afectando la liquidez principalmente de los pequeños negocios formales.
Se registra ahora un desbalance financiero que no se resuelve con devoluciones tardías y complejas de hacerlas efectivas.
El gremio señala que en la práctica, en la caja de las mipymes dado lo reducido de sus operaciones, se ocupa de cubrir obligaciones inmediatas: nómina, proveedores, arriendos y servicios, pero al imponerles una mayor retención se disminuye el ingreso disponible al momento de recibirlo.
Lo anterior ha llevado a que numerosos empresarios, últimamente han tenido que recurrir a créditos de corto plazo para cumplir con las mismas obligaciones que antes podían costear con sus ingresos ordinarios.
“Vender más no significa ganar más, sino girar más al Estado”, señalan empresarios dolientes y por supuesto rechazan el Decreto del Gobierno.