Recaudo por impuestos saludables llegó a $1,6 billones hasta mayo de 2025

Tras un año de vigencia de los llamados impuestos saludables, se ha registrado una disminución significativa en la frecuencia del consumo de los productos altos en azúcar, en grasas o en sodio.
Un informe de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, indica que en general, se ha observado una disminución en el consumo diario de los productos gravados, mientras el consumo de baja frecuencia (una o dos veces a la semana) ha aumentado.
Esto indicaría que al menos algunas de las personas que antes consumían estos productos diariamente ahora los consumen tan solo unas veces a la semana, lo cual podría asociarse a la efectividad de los impuestos saludables.
Pese a lo anterior, estos impuestos no son una solución suficiente para los problemas de salud pública asociados al consumo de los alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas.
El análisis del centro de pensamiento económico muestra que estas medidas se integran con componentes educativos, regulatorios y de promoción de alternativas saludables que proporcionen a los hogares las herramientas necesarias para adoptar hábitos que mejoren su salud y bienestar.
Recaudo
Dado que los impuestos saludables son impuestos al consumo, el periodo gravable es bimestral. Es decir, si bien las empresas los incorporaron en los precios a partir de noviembre de 2023, cuando entraban en vigor, no fue sino hasta enero que se pagaron esos impuestos a la DIAN.
Así, señala ANIF, el recaudo de estos impuestos comenzó a registrarse a partir de enero de 2024.
En ese año, por concepto de impuestos saludables se recaudaron $2,9 billones, equivalentes al 1,1 % del recaudo total del año. En lo corrido a mayo de 2025 se han recaudado $1,6 billones: $288 mil millones por las bebidas azucaradas y $1,3 billones por los alimentos ultraprocesados.
Esto significa que hasta mayo de 2025 estos impuestos aportaron cerca del 1,3 % del recaudo total ($127 billones).
Frente al mismo periodo del año anterior esto representó un crecimiento del 24,9 % decir $319 mil millones en el recaudo por impuestos saludables.
Efecto sobre la inflación
La implementación de los impuestos saludables ocurrió tras alcanzar la inflación un pico de 13,3 % en marzo de 2023, en un escenario en que la inflación comenzó a ceder tras el choque de la pandemia.
Aun así, la entrada en vigor de los impuestos saludables parece haberse reflejado en algunos incrementos específicos en los precios de los productos gravados.
Por ejemplo, las frituras en empaque registraron una aceleración inflacionaria notable, pasando de 14,6 % en octubre de 2023 a 19,5 % en noviembre, alcanzando su pico máximo en enero de 2024 con 20,7 %, contribuyendo 0,03 puntos porcentuales a la inflación anual total.
Las gaseosas y maltas mostraron un comportamiento similar, con una inflación anual de 13,4 % en noviembre de 2023 y alcanzando su pico de 13,7 % en diciembre del mismo año. Su contribución fue de 0,02 puntos porcentuales.
Estos efectos se han ido diluyendo. En efecto, los resultados del IPC de junio de 2025 mostraron que la inflación anual de frituras alcanzó el 0,5 % y la de gaseosas y maltas el 7,1 %.