Hablando de clanes…

Nos encontramos en los días previos a las elecciones del 29 de octubre en donde elegiremos gobernadores, alcaldes, concejales y diputados; por ende, estamos en plena campaña política y los candidatos utilizan diversas estrategias para lograr conseguir el respaldo de los electores.
En este sentido y para citar un ejemplo, hay un candidato a la Gobernación del Tolima que siendo fiel a un viejo y desgastado estilo, ha querido venderse ante los tolimenses como el representante del “cambio”, atacando a los que somos conservadores y a todos los que simpatizan con el liderazgo de Oscar Barreto de pertenecer a un clan politico.
Creo necesario, que al candidato del Partido Liberal y del petrismo en el Tolima hay que precisarle lo siguiente: él viene de una familia que desde siempre ha estado en el poder público, su papá fue ministro y gobernador del Tolima en el año de 1986; su hermano es actual ministro de Salud del presidente Petro, también fue gobernador del Tolima en el periodo 2001 a 2004, fue congresista y alcalde de Ibagué desde el 2016 al 2019. A lo anterior se suma el antecedente politico del candidato, pues fue concejal de Bogotá y congresista desde 1994 al 2010, convirtiéndose en el jefe del Partido Liberal en el Tolima. Entonces me pregunto: ¿de quién es el clan?
Además, el candidato a la Gobernación por diversos medios ha reclamado que existe una “hegemonía conservadora” en el departamento, lo que ha propiciado, según él, una gran deuda social; al respecto, también hay que recordarle al candidato, que desde el inicio de la elección por voto popular, es decir, desde 1992 a la fecha, hemos tenido 6 gobernadores liberales, mientras que el Partido Conservador ha tenido 3. Ni hablar del manejo que por años han tenido de entidades como Cortolima. Entonces vuelvo y me pregunto: ¿si existe una deuda social, quién la dejó?
A los tolimenses durante décadas nos gobernaron con cuentos, retórica y demagogia, sin un norte claro ni una proyección de hacia dónde querían llevar el departamento, tampoco se construyeron las bases de un modelo económico serio que involucrara todas las bondades y cualidades que ofrece nuestra tierra. Así las cosas es ilógico pensar, que alguien que lleva junto con su familia mas de 50 años en el poder, sea el “renacer” de la política en el Tolima.
Finalmente, las ideas y sobretodo las necesidades no tienen color politico; creo que el debate a estas alturas no puede seguir siendo si somos azules, rojos o verdes, la discusión debe girar entorno a propuestas realizables que nos den soluciones reales a los problemas que tenemos como departamento y de cómo seguimos potencializando las virtudes que tenemos, el resto es puro populismo electoral.