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“Menos Word y más Excel”: el país necesita menos discurso y más acción

El país necesita cambios estructurales urgentes, especialmente en el obsoleto sistema de planeación.
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27 Ago 2023 - 12:17 COT por Ecos del Combeima

Cada entidad territorial del estado, llámese nación, departamento o municipio debe caminar sobre una ruta llamada Plan de Desarrollo, conforme a esto la Ley 152 de 1994 establece todo lo relacionado con la formulación de los planes de desarrollo para presidente, gobernadores y alcaldes para el periodo constitucional. 

Hoy, 28 años después de incorporada esta ley, los departamentos y municipios del país, han elaborado miles de planes de desarrollo, en el caso del departamento del Tolima, se han elaborado hasta la fecha, nueve (9) planes de desarrollo departamentales (uno más por periodo atípico), mientras para los 47 municipios se han elaborado 376 planes de desarrollo en los periodos constitucionales 1995–1997, 1998–2000, 2000–2003, 2004–2007, 2008–2011, 2012–2015, 2016–2019 y 2020-2023. Es decir, un total de 385 planes de desarrollo se han elaborado,desarrollado y ejecutados en el departamento del Tolima.

Además de los planes de gobierno ya mencionados, también se han elaborado una cantidad innumerable de planes en temas de educación, agricultura y desarrollo rural, CTeI, conectividad, logística, exportador, por supuesto los famosos Planes de Ordenamiento Territorial “POT” y muchos otros másdependiendo la coyuntura y/o problemática. Para no dejar huérfano todo este derroche de esfuerzos y recursos, no quiero dejar de mencionar la gran cantidad de políticas públicas, visiones de desarrollo y diagnósticos que pululan inertes en los anaqueles y archivos de las oficinas públicas, algunos de estos olvidados con más forma de trabajos universitarios que documentos para la ejecución y desarrollo de soluciones de problemáticas.

Teniendo en cuenta la descripción de lo que hasta hoy conocemos como planes de desarrollo, vale la pena preguntar ¿cuál ha sido el verdadero aporte de estos instrumentos en la reducción de la pobreza y el mejoramiento de la calidad de vida?, ¿Cuáles han sido los avances en desarrollo económico y competitividad? Los resultados hablan por sí mismos, dejando muy mal parado el esquema de planeación adoptado hace tres décadas, el cual no ha cumplido el propósito de generar equidad y bienestar, ni los impactos esperados para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.

El 19 de mayo del 2023 mediante la Ley número 2294 fue aprobado el plan nacional de desarrollo “Colombia potencia mundial de la vida”, por parte del Congreso de la República, esta es la hoja de ruta que definió el gobierno nacional en donde afirman marcaran un hito en la planificación del país y con el que esperan que se generen cambios estructurales que impulsen el desarrollo sostenible y la mejora de las condiciones de vida en Colombia, al día de hoy transcurridos 3 meses y unos días vemos esta hoja de ruta aun en arranque pero que no arranca, algo así como en primera velocidad, con todos los tecnicismo a flor de piel, sus 5 ejes de transformación y 4 ejes transversales debe avanzar en sintonía con dos nuevas palabras de moda a nivel público “catalizadores y transición” explicadas y descritas en todas las charlas dadas por funcionarios del gobierno, pero poco entendidas en la práctica real. La gran pregunta ¿cuándo iniciará la ejecución física y financiera de este Plan de Desarrollo?, Documentocompuesto por 321 páginas y 373 artículos que fueron aprobados por el legislativo, instrumentos que no se puede quedar un día más plasmado en el papel, el país requiere con total urgencia ejecutorias en todos los sectores de inversión.

El país necesita cambios estructurales urgentes, especialmente en el obsoleto sistema de planeación, problema que además se conjuga con el exagerado centralismo que afecta el desarrollo de las regiones, en especial de la ruralidad. Es inconcebible pensar en una planeación acertada y efectiva, cuando los planes de desarrollo departamentales y municipales, ni siquiera pueden guardar una relación cronológica con el plan de desarrollo de la nación, esa es una perla más del catastrófico centralismo que solo trae inequidad en la redistribución de la riqueza, así como pobreza, subdesarrollo y violencia.

A pesar de que el Departamento Nacional de Planeación DNP, ha realizado millonarias inversiones incorporado un conjunto de instrumentos de planeación, no se visualizan propuestas disruptivas que permitan modernizar y articular un modelo de planeación, gestión y desarrollo que genere resultados. La estructura del Estado en Colombia requiere de un verdadero exorcismo el cual seríaequiparable a una constituyente en la que se realice y aplique un proceso de reingeniería; se requieren más gerentes públicos técnicos y menos políticos enquistados. “Menos Word y más Excel”. 

 

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