El mito de la caverna
Diversos pensadores y científicos han ilustrado a través de los años sobre la evolución de lo material e inmaterial. El ser humano no es ajeno a estas teorías de un mundo cambiante en el que debe ir adaptándose, aprendiendo y creciendo progresivamente. De todos los seres vivos sobre la faz de la tierra, únicamente el hombre fue dotado de un cerebro capaz de razonar, y su raciocinio esta directamente relacionado con su entorno. ¿Por qué vivimos, por qué enfermamos y por qué morimos?; es un cuestionamiento que solamente el ser humano puede hacerlo.
Salud y enfermedad, son dos conceptos que han venido cambiando a través de la historia. La medicina que conocemos hoy día no es la misma de todos los tiempos en la humanidad.
El hombre primitivo vivía en pequeños grupos errantes. Subsistía de lo que la naturaleza les proveía; recolección, caza y pesca eran sus afanes diarios. Posteriormente la agricultura da sociedades acentuadas y se forman las primeras ciudades y Estados.
El concepto de salud y enfermedad vivió la evolución de paradigmas en la historia. El primer paradigma ha sido denominado “MÁGICO RELIGIOSO”, en donde se atribuía la salud-enfermedad a eventos sobrenaturales, míticos y religiosos como el castigo de dioses, posesión de espíritus, o designios de fuerzas superiores. Los Griegos, Egipcios e Indúes, personificaron seres divinos como los guardianes de la salud: Apolo, Higea, Esculapio, Imhotep, Dhanu-Antari. Los agentes de sanación eran los sacerdotes, curanderos, chamanes, hierberos, adivinadores, brujos, como intermediarios entre los dioses y los seres humanos. Ser sanador era un don divino y su practica era un servicio.
El siguiente paradigma de la medicina es el “MIASMÁTICO”, en donde se combina lo religioso con el empirismo naturalista. La influencia del ambiente evolucionó y se dio origen al concepto de “MIASMA” definido como efluvios que se desprendían de los pantanos, de la materia en descomposición o del agua estancada, entre otras fuentes; creían que eran responsables de la corrupcion del aire y que éste viajaba por el espacio produciendo pestes. También se atribuían los miasmas a los terremotos, rayos, meteoritos, y erupciones volcánicas. Debido al veto religioso que existía al “profanar” un cadaver, no se avanzó en anatomía humana. Las viviendas de la época eran insalubres y sin manejo de residuos lo que producía emanación permanente de malos olores; no existía una costumbre en cuanto a la higiene personal. Para contrarrestar los miasmas se utilizaban perfumes, aromas agradables y quema de especies. Por el aroma del tabaco se consideró que su consumo era saludable.
El siguiente paradigma de la medicina es el de la “MEDICINA SOCIAL” que arranca en el siglo XIX. Era un mundo industrializado, con sobre explotación laboral y sin respeto a la dignidad humana y la seguridad laboral. Crecen asentamientos alrededor de las industrias sin infraestructura sanitaria y con hacinamiento. Los pensadores Alemanes Salomón Nehumann y Rudolf Virchow definen la salud como un DERECHO; y se plantea que las condiciones de vida y trabajo de la población, la pobreza, el hambre y la miseria actúan sobre las condiciones biológicas y físicas y son responsables de la salud y la enfermedad. Afirmaban que las condiciones atmosféricas y cósmicas no causaban epidemias por si mismas, sino que eran debidas a la situación social en que la gente vivía.
En adelante aparecieron según el tiempo evolutivo de la humanidad diversos paradigmas de la medicina hasta llegar a la medicina actual: Atención primaria en salud, Medicina comunitaria, Moderno o científico, Campos de la salud.
Los paradigmas mantendrían vigencia en la medida que subsistían los contextos sociales, culturales o ideológicos que los constituyó. Algunos tuvieron una vigencia larga y global, otros se asentaron principalmente en instituciones públicas y organismos internacionales, otros en sectores crípticos de las políticas oficiales y dominantes, como también hubo paradigmas que supervivieron en ámbitos académicos o en sectores sociales populares.
Desde el origen del ser humano hasta nuestros días el concepto de salud y enfermedad ha sufrido varios cambios. Para los años venideros, en la medida que las interacciones humanas se modifiquen y el conocimiento se extienda, con absoluta certeza puedo afirmar que aparecerán nuevos paradigmas. Las verdades se vuelven relativas dependiendo del tiempo y lugar, haciendo que “evolucionemos”, Dios permita, hacia un bien mayor.
El gran filósofo Griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles, Platón, en el VII libro de su obra “La Republica”, escenifica lo que ha sido conocido como “el mito de la caverna”. Allí ilustra con total claridad las “verdades” humanas dependientes de la forma como percibe el entorno. Todos los seres vivos fuimos dotados con un órgano cerebral, sin embargo, exclusivamente el HUMANO tiene la capacidad de pensar y razonar. El pensamiento sin duda resulta de la interacción de los sentidos con el entorno, y en la medida que se modifique el entorno se modifican los pensamientos.
La insaciable buúsqueda de la verdad resulta entonces infinita. Pero como lo muestra Platón en su mito, existen inmodificables como la LUZ o EL SOL. Para los que creemos en Dios y su hijo Jesus, la verdad nos fue revelada hace siglos y es El la luz del mundo.