Durante una manifestación convocada por la candidata al Senado Lizeth Reina en Tocancipá este fin de semana, la candidata presidencial del Centro Democrático, Paloma Valencia, anunció que le pedirá al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “un nuevo plan Colombia para rescatar al país, de la esta profunda crisis que está viviendo”. 

Por su parte, la aspirante al Senado por este mismo partido, Lizeth Reina, aseguró que “es el tiempo de las mujeres. Estamos conectando con nuestra conciencia. El país exige que salgamos a defenderlo, porque el sistema, el gobierno no les están dando oportunidades reales”.

“Hay que tomar decisiones coherentes y leales. Y estas decisiones tienen hoy el nombre de personas como Paloma Valencia, candidata del Centro Democrático. Aquí seguimos las líneas del presidente Álvaro Uribe, que son firmeza, disciplina y trabajo, concluyó.

El Plan Colombia fue una iniciativa bilateral de cooperación entre Colombia y Estados Unidos, lanzada a finales de los años 90 e implementada en 2000, para combatir el narcotráfico y la insurgencia, fortalecer las instituciones y promover el desarrollo social, financiada principalmente por EE.UU. 

Se enfocó en mejorar las capacidades militares y de inteligencia para debilitar grupos ilegales, a la vez que buscaba erradicar cultivos de coca y apoyar a poblaciones vulnerables, aunque sus resultados en la lucha antidrogas son debatidos y generó críticas sobre derechos humanos y prioridades militares sobre sociales. 

De acuerdo a la Oficina para la Vigilancia Gubernamental, GAO, por sus siglas en inglés, el Plan Colombia no dio los resultados a seis años que inicialmente se propusieron los gobiernos de los presidentes Pastrana y Clinton.​

En cuanto a reducción de cultivos, la meta era reducirlos en un 50% entre los años 2000 y 2006. 

Según cifras del organismo estadounidense de seguridad Agencia Central de Inteligencia, CIA, los cultivos de amapola y la producción de heroína, sin embargo se redujeron en un 50 %. En el mismo lapso los cultivos de coca se incrementaron en un 15 %, pero fue debido a que los campesinos cocaleros se movieron a zonas remotas selváticas para evitar su erradicación; mientras que la producción de cocaína se incrementó en un 4 % durante el mismo período. 

De acuerdo a datos de la "Oficina Nacional para el Control de la Política de Drogas", la producción de cocaína no mantuvo un ritmo de crecimiento paralelo a los cultivos de coca debido al impacto causado por la erradicación manual y aérea.