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Un ¨Stop-Go¨ en la duma tolimense para el Plan de Desarrollo Departamental

Tan evidente ha sido la falta de información disponible para la construcción de proyecciones a mediano plazo (4 años).
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Álvaro Montoya
Crédito
Ecos del Combeima
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19 Mayo 2024 - 8:47 COT por Álvaro Montoya

Frenar para avanzar sería necesario durante el estudio y aprobación de el Plan Departamental de Desarrollo ¨Con Seguridad en el Territorio 2024-2027¨ aprovechando el Índice Departamental de Competitividad 2024 que está por salir en los próximos días y que pondrá en evidencia, el cómo venimos evolucionando para mejorar y cómo estamos frente a otros departamentos del país.

Tan evidente ha sido la falta de información disponible para la construcción de proyecciones a mediano plazo (4 años), que toma importancia este informe tan particular y se convierte en uno de los documentos disponibles más importantes del país generado con datos duros, oportunos y comprobables, y que no son fruto de encuestas ni percepciones. Información creíble y especial para enriquecer esta tarea de construir y debatir planes regionales de desarrollo, y que ilustra de manera ecuánime a funcionarios y servidores públicos en el ejercicio de trazar sus propósitos territoriales, y que para el caso del Tolima permitiría entre otras cosas, lo siguiente:

Primero, Saber sí logramos detener o no el alarmante descenso en materia de transparencia y contratación pública, entendiendo el porqué fue que llegamos a ostentar tan deshonroso record nacional en la pasada medición 2023, bajando 3 puestos en tan solo un año, y además saber si efectivamente se corrigió ese ítem, o por el contario se pronunció con la pasada contienda electoral.  

Segundo, revisar claramente si seguimos en caída libre en materia de salud, donde el gobernador anterior presumió ser ejemplo nacional, sin visualizar que efectivamente lo sería, pero como el ¨ejemplo a no seguir¨, pues fue el departamento que más descendió perdiendo 6 puestos y 0.54% al año 2023. Y podríamos llevarnos una sorpresa desagradable cuando se han intervenido hospitales y se escucha el ruido de intervención a la más grande institución prestadora de servicios de la salud en el departamento, dejando evidentes falencias en su gestión, denuncias penales y una desmesurada carga burocrática que se les asignó.

Tercero, entender que nos pasó con el pilar de educación superior y formación para el trabajo, donde el mandatario de aquel entonces, se mostró como el papá de la gratuidad educativa superior, y fue precisamente allí, donde el Tolima batió otro record nacional bajando 0,63%, quedando con un pírrico 4 sobre 10 en este trascendental ítem.

Por último y para analizar muy bien lo que trae este plan en materia de entorno para los negocios, donde al parecer no se hizo mucho en los últimos 2 años al permitir un descenso de 4 puestos como ningún otro departamento en Colombia. Si no revisamos lo sucedido y le sugerimos a nuestra gobernadora una disponibilidad plena para que en alianza con las cámaras de comercio, incluyendo la de Ibagué así esté acéfala en su presidencia ejecutiva, se fortalezca la estrategia para promover y facilitar la llegada de nuevas empresas con sus inversiones, forzando también y como un todo, la inclusión del Tolima a Zona Económica y Social Especial ZESE, generando incentivos, construyendo una infraestructura logística especial y asegurando un atractivo entorno empresarial. Sin esa nueva inversión difícilmente encontraremos ese esquivo desarrollo.  

Pero además de lo anterior, con este ¨Pare-Siga¨ se podría revisar el aseguramiento de los recursos necesarios para avanzar en un desarrollo territorial sostenible y no dependiente del gobierno nacional como su más fuerte proveedor de recursos. Abastecedor que está pasando por un momento bastante complejo donde viene reflejando una ralentización económica sin poder mejorar el ingreso per-cápita de los colombianos. Fuente nacional en dificultades, cuyas prioridades no necesariamente han de coincidir con algunas del plan regional, y que de no lograr recuperar ese ambiente para los negocios, que ha perturbado la llegada de nuevas empresas con sus inversiones según el pasado informe, seguiremos siendo pobres como región y nuestro crecimiento económico regional, además de estancarse podría desmejorar.

Esperar unos pocos días que el Índice Departamental de Productividad se exponga, no significa entorpecer la dinámica en su discusión, significa más bien, la oportunidad de direccionar y acondicionar este preciado instrumento llamado Plan de Desarrollo Departamental a las nuevas realidades y posibilidades que se pudiesen encontrar en este Informe tan especial de competitividad, y sobre todo sería una gran oportunidad para redimensionar nuestros propios desafíos, si es menester hacerlo claro está.