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Manuel Murillo Toro: el visionario tolimense que transformó la política colombiana

Frente a la Gobernación del Tolima, en el corazón de Ibagué, se erige un busto de bronce que honra a uno de los líderes más influyentes de la historia liberal colombiana.
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Murillo Toro
18 Nov 2025 - 16:46 COT por Ecos del Combeima

Sobre un pedestal de cemento —y con una antigua placa hoy desaparecida— esta escultura rinde homenaje a uno de los hijos más ilustres del Tolima: Manuel Murillo Toro, ideólogo liberal, periodista, estadista y dos veces presidente de la República.

Aunque su autor es desconocido, se sabe que fue concebida a partir de una obra realizada en 1920 por el escultor Charles Merle, creador de esculturas de varios próceres colombianos.

Hoy, esta pieza forma parte del patrimonio de la ciudad como Bien de Interés Cultural, según el Acuerdo Municipal 116 del año 2000.

Un hijo del Tolima que se abrió camino con esfuerzo

Murillo Toro nació en Chaparral el 1 de enero de 1816, en un hogar humilde que no le permitió lujos, pero sí le inculcó disciplina.

Cursó sus primeros estudios en su municipio y continuó la secundaria en el Colegio San Simón de Ibagué, gracias al apoyo solidario de amigos pudientes.

Más tarde viajó a Bogotá para estudiar Medicina, carrera que abandonó para seguir su verdadera vocación: el Derecho.

Para sostenerse en la capital, trabajó como amanuense de Vicente Azuero, una labor que asumía en los pocos ratos libres que la academia le dejaba.

La precariedad económica estuvo a punto de obligarlo a renunciar, pero el apoyo de Lino de Pombo, entonces ministro de Relaciones Exteriores, le permitió obtener un cargo como oficial interno de la Cancillería y culminar sus estudios en 1836.

El periodista que se volvió ideólogo del cambio

Mucho antes de ocupar cargos presidenciales, Murillo Toro ya se había hecho un nombre en la prensa. Escribió en La Bandera Nacional, El Correo y El Latigazo, desde donde ejerció una verdadera misión pedagógica para los ciudadanos: la de formar opinión, cuestionar el poder y defender la visión liberal que marcaría toda su vida.

Fue allí donde comenzó a ser reconocido como “el rey de la prensa” y como un ideólogo decidido a romper las estructuras coloniales que aún pesaban sobre el país.

Su compromiso lo llevó a involucrarse activamente en la guerra civil de 1840, donde sirvió como secretario de Guerra de varios líderes liberales.

Aunque no era militar, su rol político y administrativo lo convirtió en una figura clave dentro del movimiento progresista y federalista.

Un presidente civilista en tiempos turbulentos

Murillo Toro llegó a la presidencia en dos periodos: 1864–1866 y 1872–1874. En una época marcada por caudillos armados, su liderazgo destacó por ser civilista y conciliador, guiado por un lema que sintetizaba su visión: “La paz con libertad y por la libertad.”

Desde la Casa de Nariño impulsó reformas que modernizaron el país. Defendió la educación obligatoria, gratuita y laica, promovió la libertad de culto, apoyó reformas económicas que redujeron la deuda pública y fortaleció la industria, y modernizó las comunicaciones con la expansión del telégrafo.

Su gobierno es recordado como uno de los más progresistas e influyentes del siglo XIX.

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murillo toro

Un legado que vive en la memoria urbana de Ibagué

El Parque Murillo Toro, donde hoy se encuentra su busto, es un espacio que ha evolucionado con la ciudad misma.

Surgido desde la antigua plazuela del convento de Santo Domingo, fue transformándose a lo largo de los siglos: primero como parque-jardín francés, luego como parque republicano y, desde 1970, como una plaza cívica al estilo europeo diseñada por el arquitecto Jorge Julio Díaz.

Hoy, rodeado de edificaciones modernas, se mantiene como un símbolo del poder gubernamental y del espíritu progresista que Murillo Toro representó.

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busto de murillo toro

El antiguo convento de Santo Domingo, convertido por el Congreso de Cúcuta de 1821 en el célebre Colegio San Simón —el mismo donde Murillo Toro estudió— forma parte de este entorno histórico.

A su lado resiste la tradicional Casa Humboldt, una joya patrimonial que aún se niega a desaparecer.

Un símbolo de los valores de la patria

El busto de Manuel Murillo Toro no es solo una escultura: es la representación de un conjunto de valores que marcaron la construcción de la Colombia republicana.

Su vida es testimonio de disciplina, meritocracia, libertad y visión de futuro; su obra política, un recordatorio de la importancia del diálogo y la educación; y su presencia en la plaza que lleva su nombre, un homenaje permanente al espíritu tolimense que ayudó a moldear al país.