Dispuesto a dar la pelea con los contratistas de la doble calzada Girardot-Ibagué, que causaron graves daños al explotar sin control material del río Sumapaz, se declaró el alcalde de Melgar, Gentil Gómez Oliveros.
"Voy a pedir la compensación porque el daño ya está hecho. El acueducto resultó gravemente afectado y eso va a traer problemas muy complicados. La decisión de Cortolima y la CAR de suspender estas actividades sólo sirve para contener un deterioro todavía mayor. En el pasado nadie reclamó ni protegió los derechos de los melgarenses. Por eso, terminaron pagándole a un particular 50 millones de pesos por la sede de la institución educativa La Colorada, cuando en realidad tenían que entregarle 200 millones a la administración municipal", explicó.
También indicó que tampoco se reubicó un barrio que se encuentra a tan sólo cinco metros del río Sumapaz. "Ojalá que en el futuro no tengamos que lamentar pérdidas como consecuencia de la ola invernal. Desde ahora enciendo las alarmas", agregó el mandatario.
Frente a las responsabilidades de las autoridades por el daño ambiental, Gentil Gómez indicó que prefiere no lanzar juicios políticos. "Aquí no se trata de poner el espejo retrovisor. La comunidad ya sabe quiénes tenían la responsabilidad de prevenir esta situación y no lo hicieron", concluyó.
De acuerdo con Gomez, las sanciones deben ser definitivas, no temporales.