El estado del arbolado urbano de Ibagué sigue siendo tema de discusión en varios sectores de la ciudad. Algunas comunidades han expuesto distintas problemáticas que han estado enfrentando durante meses.
Como es el caso de las personas que residen cerca a la quebrada ‘La Chicha’, en la Comuna Siete, zona que colinda con El Salado, quienes en varias ocasiones han manifestado su preocupación por la caída de uno de los árboles de la zona que reposa sobre el lecho de este afluente, situación que representa un riesgo para los habitantes, especialmente en esta temporada de fuertes lluvias.
“El día de la emergencia que fue más o menos a la 1:00 de la tarde, yo llamé a la Policía, quienes me direccionaron a emergencias y ellos asistieron, pero solo cortaron las ramas y el follaje para después hacerlo a un lado. La parte gruesa, el tallo, eso no lo han removido”, sostuvo la líder de la zona, Blanca Nieves Marroquín, en conversación con Econoticias.
Y agregó que: “Hace cerca de dos meses se cayó el árbol por causas naturales. A nosotros nos afecta por los residuos que dejan las crecientes que vienen, porque el agua se topa ahí donde está el árbol. Ahora hay una columna sobre el afluente que sostiene una viga que no sé a dónde va y ahí las casas están sobre la quebrada”, denunció Marroquín.
La ibaguereña también expresó que la respuesta de las autoridades responsables, como la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo, Cortolima, Ibagué Limpia e Interaseo que cubren emergencias en la ciudad, no ha sido la mejor, ya que el tronco no ha logrado ser removido como se esperaba semanas atrás.
“Han venido bomberos, pero las herramientas que traen no son suficientes porque el árbol tiene más o menos un metro de grosor, es gigante, bien gordo porque ese árbol tenía muchos años de estar ahí sobre La Chicha”, concluyó la líder.
De acuerdo con el ingeniero William Sarmiento, quien participó en el proceso de recuperación de los samanes del Parque Centenario, la preservación y censo del arbolado de la ciudad no es idóneo.
“Hace años se generó un censo de arbolado que no se aplica, no tiene una generación propia, no hay un cuidado de los árboles. Si tú quieres pasar por la Quinta, se verán cómo están mal podados los árboles, están acomodados dejando que los cables pasen por el medio, eso puede ocasionar un gran estrés al árbol o puede haber partimientos de ramas”, indicó el ingeniero.
Y es que, para Sarmiento estas problemáticas no son de desconocimiento público. “No hay un cuidado específico y los profesionales no parecen ser idóneos para la labor. La poda y el mantenimiento de los árboles no se está haciendo bien”, acotó.
Igualmente, expone que tampoco “hay un registro secuencial de cuántas veces intervienen los árboles. No existe una historia clínica para las especies arbóreas de la ciudad. La responsabilidad siempre se la trasladan a Interaseo por la ley general de aseo, pero la responsabilidad es de cada ente territorial. Por ejemplo, la Alcaldía tiene que solicitar los permisos previos a Cortolima para la intervención de los árboles, luego la Secretaría de Medio Ambiente y de riesgo tiene que juzgar, y llegar a priori para poder realizar la intervención”, puntualizó William Sarmiento.