En el marco de la conmemoración del Día del Trabajo, y acompañado por líderes sindicales, congresistas y representantes de sectores afines, el mandatario reiteró su compromiso con la iniciativa presentada ese mismo día ante el Senado.

Petro afirmó que si el Senado rechaza la convocatoria de la consulta, será la ciudadanía quien tome acción directa: "Si creen que eso les basta y entonces en una sesión del Senado a medianoche votarán para decir no a la consulta, el pueblo de Colombia se levanta y los revoca, el pueblo de Colombia se levanta y los revoca", expresó. Añadió que el Congreso tiene un mes para pronunciarse sobre el tema.

De acuerdo con Blu Radio, el jefe de Estado también hizo énfasis en su respaldo a una democracia activa y participativa. “Hay un presidente de Colombia, comandante en jefe de la Fuerza Pública de Colombia y elegido por el voto popular de las clases populares de Colombia que está decidido a que haya democracia en Colombia o aquí cambiamos entonces las instituciones”, señaló, dejando claro que su Gobierno apuesta por una transformación si el actual sistema no responde a las demandas sociales.

Durante su discurso, Petro criticó la decisión de cubrir con una lona negra la fachada del Capitolio Nacional, afirmando que los congresistas "se esconden allá entre la mortaja negra y nos obligan a levantar la bandera de la libertad o muerte, la bandera del pueblo de Colombia hoy". Con esto, denunció lo que considera una desconexión entre las instituciones legislativas y la ciudadanía.

La consulta popular contiene doce preguntas centradas en temas clave de la reforma laboral, como la jornada máxima de ocho horas diarias, garantías de licencias médicas —incluidas por dolores menstruales incapacitantes—, mejores salarios para los trabajadores rurales y la eliminación de la intermediación laboral. El proyecto busca retomar iniciativas archivadas por el Congreso en marzo.

En un acto simbólico, el Presidente llegó a la plaza con la espada de Simón Bolívar, repitiendo el gesto de su posesión en 2022. El objeto histórico, resguardado en una urna de cristal y custodiado por soldados con trajes de época, acompañó a Petro en una manifestación que reunió a trabajadores e indígenas, y que él describió como una defensa de la justicia laboral y del poder popular.