La más reciente publicación del PIB para el 3T23 reveló que los sectores de construcción, industria y comercio han exhibido un fuerte deterioro en el ritmo de crecimiento de la actividad económica, y uno de los argumentos que explican esta dinámica es el actual panorama de tasas de interés.
Con el propósito de contener una inflación todavía elevada, la Junta del Banco de la República ha incrementado su tasa en 11,50 puntos porcentuales desde septiembre de 2021.
En paralelo, las tasas de los créditos a constructores han aumentado 13,13 p.p., las de créditos comerciales han avanzado 11,94 p.p. y las de consumo 11,39 p.p. Este aumento en los costos de endeudamiento para las empresas y los consumidores ha desencadenado una disminución en la inversión y el consumo de los hogares.
Un informe de Corficolombiana señala que, el impacto del incremento en las tasas de interés sobre la actividad productiva es altamente heterogéneo, ya que afecta a diferentes sectores y agentes de manera dispar.
Por un lado, el incremento de tasas tiene un efecto negativo en sectores altamente dependientes de la inversión, como la construcción de obras civiles y edificaciones y la industria, ya que los costos de financiamiento aumentan.
En paralelo, un incremento de tasas desencadena una desaceleración del consumo apalancado de los hogares, lo que se puede traducir en un menor ritmo de actividad de sectores como el comercio y el turismo.
Efectos sectoriales de las tasas de interés
El sector constructor es el que mayor vulnerabilidad presenta en un contexto como el actual, debido al alto nivel de endeudamiento como porcentaje del PIB, lo que hace que transmisión del endurecimiento monetario a las tasas de colocación de consumo y comercial, y su alta sensibilidad a la coyuntura, hace que el efecto sea más adverso para los sectores de comercio y la industria.
En términos de sensibilidad, los cálculos de Corficolombiana apuntan a que un incremento de la tasa de interés de consumo en 1 p.p. reduce el crecimiento anual de las ventas reales en 1,7 p.p., mientras que un aumento en la misma cuantía en la modalidad comercial resta 0,9 p.p. al crecimiento de la producción real en la industria.
En el sector industrial, las mayores tasas de interés afectan la dinámica del sector, encareciendo el fondeo de las empresas para llevar a cabo sus inversiones, lo que tiene repercusiones sobre la producción. El aumento en 1 p.p. en la tasa de interés desacelera el ritmo de avance de la producción real hasta en 0,9 p.p., pasados quince meses después del choque. En las obras civiles el choque del aumento de tasas de interés tiene implicaciones sobre la inversión en capital.
Por el lado de la construcción de edificaciones, Corficolombiana identificó que el canal principal por el cual se evidencian los efectos adversos de mayores tasas de interés es vía oferta. En efecto, los cálculos apuntan a que un aumento en 1 p.p. en la tasa a los constructores desacelera las iniciaciones de vivienda en hasta 0,5 p.p. y la incidencia más fuerte se observa 9 meses después del choque.
En el sector de suministro de energía, el aumento en las tasas de interés repercute en una menor demanda de energía derivada de un menor ritmo en la actividad productiva. En efecto, la desaceleración en la industria, cuya demanda de energía contabiliza el 40% del mercado no regulado, implica un menor consumo de energía eléctrica.
Concluye el análisis que el aumento en las tasas de interés de consumo, comercial y constructor seguirá moderando el ritmo de actividad económica para el comercio, la industria y la construcción en 2024.
En particular, las ventas reales del comercio minorista cayeron 9,2% anualizadas y la producción real de la industria retrocedió 7,6% en el tercer trimestre de 2023, el análisis sugiere que en 2024 continuará cayendo como consecuencia de las altas tasas de interés. Las proyecciones apuntan a un retroceso de 2,4% y 3,3% para el comercio y la industria el próximo año, respectivamente.