Ibamaka: el megaproyecto turístico que promete transformar a Venadillo y convertir al norte del Tolima en un destino internacional
En el marco de la Feria Internacional del Turismo, autoridades y promotores revelaron los detalles de Ibamaka, un ambicioso proyecto turístico que se construirá en Venadillo y que aspira a convertirse en el desarrollo más grande en la historia del departamento. Con cerca de 400 hectáreas, este complejo —que incluye parque temático, resort, lago central y un pueblito tolimense— busca posicionar al Tolima como destino de bienestar, naturaleza y experiencias de larga estancia.
Alexander Castro, secretario de turismo departamental, explicó que Ibamaka coincide con la visión del Tolima de apostarle al turismo wellness y al turismo silver, dos tendencias globales en crecimiento. Según Castro, este tipo de visitantes —adultos mayores, viajeros de bienestar y personas que buscan experiencias de descanso profundo— representan más del 30% del turismo mundial, cuentan con alto poder adquisitivo y viajan durante todo el año.
“Lo que estamos construyendo es una infraestructura turística con alma y corazón, que responda a lo que necesita hoy la humanidad: tranquilidad, bienestar y equilibrio”, afirmó.
Los arquitectos Javier Humberto y Jorge Enrique Arbeláez, encargados del diseño, explicaron que el proyecto tiene como eje la sostenibilidad real, no como discurso, sino como principio de diseño. Destacaron que Venadillo será la puerta de entrada a un circuito turístico que conecta Ambalema, Mariquita, Honda, Falan y Murillo, integrando paisajes naturales, patrimonio histórico y experiencias culturales. Entre los atractivos más destacados se encuentra un lago de cuatro hectáreas rodeado de senderos, zonas de pasadía, alojamientos y, en una segunda etapa, cabañas construidas sobre el agua para ofrecer experiencias inmersivas en la naturaleza.
Los diseñadores aseguraron que el reto es crear espacios donde el visitante perciba un ambiente único, que proteja y resalte la biodiversidad de la zona, hogar de múltiples especies y aves nativas. “Tenemos más de lo que ofrecen muchos países, solo falta creerlo y hacerlo visible”, señaló Jorge Enrique Arbeláez.
Además de su dimensión arquitectónica, Ibamaka impulsará un modelo de comercialización innovador que permitirá adquirir derechos de uso y participación, incluyendo tiempos compartidos, estadías programadas y opciones de inversión turística. Según Castro, este proyecto hace parte de un boom de inversiones que hoy suma más de 15 billones de pesos en el departamento, incluyendo el Monteazul Golf Club en Prado, el Peñón de Gualí en Honda, el parque temático del Cacao en la Martínica y obras de salud y movilidad en Ibagué.
Ibamaka, cuya inversión estimada supera los 1,8 billones de pesos en sus diferentes fases, integrará además un “pueblo tolimense” dedicado a la gastronomía, las tradiciones y la identidad regional. Los arquitectos explicaron que la cultura estará presente en los diseños, en los materiales, en las experiencias y en la forma como el visitante se relacionará con el entorno, buscando que cada espacio evoque las raíces del territorio.
Castro aseguró que este megaproyecto, junto con otros desarrollos turísticos, permitirá que el norte del Tolima se convierta en un destino para estancias prolongadas, similar a los circuitos europeos donde los viajeros permanecen entre 12 y 21 días.
“El Tolima tiene todo para ser la gran clínica del bienestar del país”, señaló, al afirmar que la tendencia mundial apunta a buscar refugios alejados del estrés, las ciudades que enferman y las rutinas aceleradas.
Con Ibamaka, Venadillo dejaría atrás su limitada asociación con la tradicional avena para convertirse en “el corazón del norte del Tolima”, un polo de inversión y desarrollo turístico que pretende proyectarse a nivel nacional e internacional. Las autoridades prevén que este proyecto será un motor de empleo, cultura, naturaleza y crecimiento económico para toda la región.
