Shakira ha llegado a un acuerdo con las autoridades fiscales en España para evitar una posible condena de ocho años y dos meses de prisión por fraude fiscal, admitiendo el delito este lunes. A pesar de recibir una pena de tres años de cárcel y una multa de siete millones de euros, la cantante no será encarcelada.
La decisión de Shakira se produjo después de enfrentar acusaciones de haber defraudado unos 14,5 millones de euros a Hacienda durante los años 2012 y 2014, y anticipaba un juicio programado en la Audiencia de Barcelona que se llevaría a cabo a lo largo de 12 sesiones, desde hoy hasta el 14 de diciembre.
El acuerdo implica el reconocimiento de Shakira de haber sido residente fiscal en España durante ese período y su consecuente obligación tributaria en el país. Este desenlace se da después de un primer intento de acuerdo en 2022, que no llegó a concretarse hasta ahora, el 20 de noviembre.
La cantante decidió aceptar la multa y la condena para evitar la continua angustia para ella y sus hijos, a pesar de que sus abogados creían en la solidez de su caso tras años de lucha.
Además, expresó su preocupación por el sistema tributario español y su impacto en personas con menos recursos, abogando por un cambio en el sistema y mencionando el impacto emocional y el desgaste de aquellos que no tienen los recursos para defenderse en casos similares.
