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¿Qué impacto traería eliminar la incertidumbre de la fecha que celebra la Semana Santa?

El efecto económico para Colombia de esa temporada religiosa podría superar los 12 billones de pesos, especialmente en los sectores de alojamiento, restaurantes, transporte, combustibles, guías turísticos y otros.
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Álvaro Montoya
Crédito
Ecos del Combeima
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24 Mar 2024 - 12:40 COT por Álvaro Montoya

El mundo católico pareciera año tras año esperar que la National Geographic señale el primer domingo después de luna llena para determinar la fecha exacta de la ¨Semana Mayor¨, y en cambio, el mundo económico pareciera más bien esperar se defina ese calendario litúrgico para reprogramar todo aquello que suele moverse en periodos de temporada alta, que sin serlo mueve toda una actividad turística especial mucho más allá del turismo religioso. Simplemente temporada de Semana Santa y el mundo económico se activa para aprovecharla.

Pero en ese dilema está el Pontífice y la Santa Sede, evaluando la posibilidad de acabar con esa incertidumbre del ¨cuando¨, pues la Semana Santa cae unas veces en el mes de marzo y otras en abril, pero siempre está cambiando de fecha todos los años, y seguro esa gran determinación no será tan fácil como parece porque tiene todo que ver con la descripción bíblica de los tiempos de Jesús y el episodio de ¨La última cena¨

Pero que pasaría entonces si el Papa Francisco logra poner de acuerdo a cristianos, católicos y ortodoxos de todo el mundo para celebrar la fiesta religiosa de Semana Santa en la misma fecha y también una fecha fija sin importar el país de origen. Y que ello suceda a partir del 2025 que parece un buen año para esas decisiones, pues este, hace 1.700 años que se dio el primer Concilio General donde se toman ese tipo de decisiones.

¿Será que se pierde el enigma de esos tiempos si se establece una fecha fija en el calendario o será que se pone en riesgo la gracia tan especial que se vive durante esos días?, o quizá sea la oportunidad para organizar mejor y anticipadamente muchos otros calendarios como el escolar, de eventos y otras actividades económicas diferentes a las religiosas y que suele darse en otros sectores y lugares alrededor del puente festivo más largo que tiene Colombia.    

Y no es suficiente que algunas comunidades católicas hayan tomado la iniciativa de apoyar estos cambios pues seguro afecta otras regiones y comunidades enteras, empezando por aquellas que están a favor o en contra de la Ley Emiliani, la cual estableció todos los puentes festivos en Colombia y que con ello no solo modificó el código laboral, sino que también potenció el turismo nacional incluyendo el turismo religioso de Semana Santa, que precisamente este año cuenta con un lunes festivo adicional.    

La propuesta que toma forma y fuerza como fecha fija, sería la segunda semana del mes de abril y a partir del año 2025; ¿entonces cuantos sectores sociales y económicos se beneficiarían de una fecha fija de celebración y cuantos no?, y como impactaría en su propia programación religiosa, su logística y estructura, y como también impactaría en agencias, empresas y destinos del turismo religioso, en el comercio formal e informal, y todo aquello que siempre se da alrededor de esa semana. Esa es la gran pregunta.

El efecto económico para Colombia de esa temporada religiosa podría superar los 12 billones de pesos, especialmente en los sectores de alojamiento, restaurantes, transporte, combustibles, guías turísticos y otros muchos sectores correlacionados; pero muy a pesar de ese impacto positivo en el turismo y el comercio de esa festividad, podría también tener un efecto adverso en la industria nacional, y especialmente negativa por la incertidumbre anual de las fechas y de la costumbre laboral hecha ley de tomarse toda la semana y no solamente los 2 días festivos como lo determina la Ley Emiliani, afectación negativa sobre la productividad del sector industrial que repercute directamente en el incumplimiento con  mercados nacionales e internacionales que muchas veces no consideran ni justifican este tipo de contingencia y prolongados descansos.